domingo, 7 de diciembre de 2008

EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE DE LOS ALUMNOS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA

INTRODUCCIÓN

El tema de la evaluación en las escuelas, se ha convertido en un aspecto de discusiones, reflexiones y debates pedagógicos, directivos e incluso a llegado a levantar curiosidad entre los padres de familia inmersos en el Sistema Educativo.

¿El motivo?... sencillamente encontramos, las relaciones entre evaluación y toma de decisiones asociadas a ella.

Para hablar de evaluación tenemos que decir que el término aparece por vez primera con la Ley General de Educación de 1970. Desde entonces dicha palabra se vuelve compleja, provocando confusión, ya que ahora ya no se sabe si la evaluación fue creada como un instrumento sancionador para el alumnado o para corregir los errores del aprendizaje que se presentan en las aulas, reflejado en el avance del país.

Mientras en las educación se siga entendiendo como una expresión única para los alumnos, (evaluación del aprendizaje) no conseguiremos ningún avance para que los alumnos aprendan de verdad, pues el alumno por mucho tiempo se concibe como el sujeto de la evaluación y su objetivo será aprobar un examen y obtener una dato numérico aprobatorio para todos, dejando atrás el objetivo que debiera tener la escuela, que es, poder desarrollar en los alumnos competencias para que los alumnos aprendan a prender.

Se pretende que hoy la evaluación adquiera un nuevo sentido, apareciendo como clave o pieza para que el profesor preste al alumno la ayuda necesaria, y en consecuencia, pueda valorar las transformaciones que se han ido produciendo.






PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


¿Qué es la evaluación?

¿Qué es la evaluación del aprendizaje?

Al definir la evaluación nos encontramos que existen distintas concepciones, por ello es complejo definirla, sin embargo evaluar no es una acción esporádica de los profesores y de la institución escolar, sino algo que está muy presente en la práctica educativa y que nos corresponde a todos preocuparnos e introducirnos al verdadero campo de la evaluación aplicada.

Mientras tanto hemos definido a la evaluación escolar de la siguiente manera:

“Proceso por medio del cual los profesores buscan y usa información procedente de diversas fuentes para llegar a un juicio de valor sobre el alumno o sistema de enseñanza en general o sobre alguna faceta particular del mismo”.

En términos directos a la evaluación del aprendizaje de los alumnos de la educación básica, se debe de tomar como una tendencia del trabajo orientado a perfeccionar la práctica evaluativa, generando un marco de referencia para la reflexión y toma de decisiones para la mejora de la enseñanza.











EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE EN LOS ALUMNOS

Para abordar el tema de evaluación del aprendizaje en los alumnos en particular en la educación básica, se tornaron algunas preguntas como son:
§ ¿qué se entiende por evaluación del aprendizaje?,
§ ¿por qué y para qué evaluar?
§ ¿qué evaluar?
Es importante concebir a la evaluación desde su objeto, funciones, metodología y técnicas, participantes, condiciones, resultados, efectos y determinantes. Se manifiesta con fuerza el reconocimiento de su importancia social y personal desde un punto de vista educativo, formativo, así como para el propio proceso de enseñanza-aprendizaje por el impacto que tiene el modo de realizar la evaluación y la forma en que el estudiante la percibe, en el aprendizaje.
Las transformaciones actuales de la evaluación estan asociadas a:
El lento progreso de la ideología, que se expresa en los objetivos educativos del sistema educativo.
Las tendencias sobre educación en el papel de la enseñanza en el desarrollo personal y social, el aprendizaje individual y grupal, el carácter comunicativo de la educación, las relaciones autoritarias entre los participantes la educación.
La irrupción de las nuevas tecnologías de la informática y la comunicación en el ámbito educativo y social.
Las concepciones sobre la educación y la evaluación, en particular, de los profesores, dirigentes y alumnos, en la regulación de su actividad. Los aportes que en este sentido ofrece el desarrollo social y su inclusión en el trabajo orientado a la sensibilización y toma de conciencia de los actores educativos.
La valoración de la enseñanza y el aprendizaje.
Los avances, en el estudio del aprendizaje y sus mecanismos, que permita una aproximación al objeto de evaluación; así como en la creación de herramientas, para la medición del aprendizaje.
El significado más aceptado de la evaluación se aproxima a las definiciones más que se encuentran en los diccionarios generales; la de apreciar, valorar, fijar el valor de una cosa, hecho o fenómeno. Pero no se debe limitar a lo anterior, en sí, tiene la intención de abarcar la riqueza y complejidad de su contenido y de evitar precisiones técnicamente "rigurosas", positivas; o, al reducir su objeto y funciones, como ocurre con la tan frecuente identificación de la evaluación con la calificación, entendida como el acto de otorgar una nota o, con una impronta cotidiana: la de aplicar exámenes.
La evaluación, y el acto evaluativo como unidad, suponen operaciones que van desde el establecimiento de los objetivos o propósitos, la delimitación y caracterización del objeto de evaluación, la definición y aplicación de los instrumentos para obtener información, el procesamiento y análisis de dicha información, su interpretación y expresión en un juicio evaluativo, la retroinformación y toma de decisiones derivadas de él, su aplicación y valoración de resultados. Para recomenzar en un ciclo ascendente, progresivo, que permite, en su dinámica, imprimir el auténtico significado de esta actividad. La evaluación supone, además, la propia valoración de ella.
La evaluación del aprendizaje constituye un proceso de comunicación interpersonal, que cumple todas las características y presenta todas las complejidades de la comunicación humana; donde los papeles de evaluador y evaluado pueden alternarse, e incluso, darse simultáneamente. La comprensión de la evaluación del aprendizaje como comunicación es vital para entender por qué sus resultados no dependen sólo de las características del "objeto" que se evalúa, sino, además, de las peculiaridades de quien(es) realiza(n) la evaluación y, de los vínculos que establezcan entre sí. Asimismo, de las características de los mediadores de esa relación y de las condiciones en que se da ésta.
La distinción entre meta y funciones de la evaluación puede resultar útil para el estudio de la evaluación. La meta es siempre la misma: juzgar el valor de algo; es decir "la determinación sistemática y objetiva del valor o mérito de algún objeto". En cambio, las funciones son muy variadas y están en relación con la utilización de los datos evaluativos.
Interesa subrayar la distinción entre metas y funciones. La identificación de una meta o propósito fundamental de la actividad evaluativa facilita establecer sus peculiaridades, y distinguirla de otras actividades que comparten muchos de su procesos y fases, como puede ser la actividad de investigación, aspecto éste que constituye uno de los temas de interés y debate dentro del campo de la evaluación.
¿Por qué, para qué evaluar?
El objetivo de la evaluación del aprendizaje, es valorar el aprendizaje en su proceso y resultados. Las finalidades o fines marcan los propósitos que signan esa evaluación. Las funciones se refieren al papel que desempeña para la sociedad, para la institución, para el proceso de enseñanza-aprendizaje, para los individuos implicados en la evaluación.
Las finalidades y funciones son diversas, no necesariamente coincidentes; son variables, no siempre propuestas concientemente, ni asumidas o reconocidas. Pero tienen una existencia real. Están en estrecha relación con el papel de la educación en la sociedad con el que se reconocido en los objetivos educativos, es decir; están vinculadas con la concepción de la enseñanza y con el aprendizaje que se quiere promover y el que se promueve.
Durante la primera mitad del siglo xx y hasta la década de los 60, la función de la evaluación fue la de comprobar los resultados del aprendizaje. Ya se tratase en términos del rendimiento académico o del cumplimiento de los objetivos propuestos.
Sin embargo en esta posición se siente que las metas propuestas pueden ser poco realistas, y no representativas de las necesidades de los alumnos es decir evaluados y evaluador, o demasiado limitadas como para prever efectos secundarios y reales de las deficiencias que tiene el sistema educativo.
La distinción de más impacto en la historia de la evaluación es cuando se distinguen entre las funciones: formativa y sumativa.
La función formativa es, una parte del proceso de desarrollo, proporciona información continua para planificar y para producir algún objeto, y se usa para ayudar al personal implicado a perfeccionar cualquier cosa que esté realizando o desarrollando. La función sumativa "calcula" el valor del resultado y puede servir para investigar todos los efectos de éstos, examinarlos y compararlos con las necesidades presentadas.
A una de las acciones que se propone en la evaluación es llegar a ese "lado oculto" aquello que no se hace explícito en los objetivos de la educación ni en la evaluación que se realiza; que no responde a una intención, pero que está latente o que sencillamente se asume como algo natural y que en realidad presenta los verdaderos baches del aprendizaje de los alumnos.
Dentro de las funciones pretendidas o no, de la evaluación están:
Las funciones sociales que tienen que ver con la certificación del saber, la acreditación, la selección, la promoción. Los títulos que otorgan las instituciones educativas, a partir de resultados de la evaluación, que tienen la cualidad de simbolizar la posesión del saber y la competencia, en función de cada sociedad y momento que reclama que sus individuos e instituciones se aproximen a la "excelencia".A mayor cantidad o nivel de los títulos que logra una persona, más vale socialmente.
Función de control. Por la significación social que se le confiere a los resultados de la evaluación y sus implicaciones en la vida de los educandos, la evaluación es un instrumento potente para ejercer el poder y la autoridad de unos sobre otros, del evaluador sobre los evaluados, claramente lo observamos todos los días en educación tradicionalista donde los profesores toman decisiones sobre lo que es normal, adecuado, relevante, bueno, excelente, respecto al comportamiento de los estudiantes, a los resultados de su aprendizaje, a los contenidos a aprender, a las formas de comprobar y mostrar el aprendizaje, al tiempo y condiciones del aprendizaje.
Funciones pedagógicas. Bajo este rubro se nombran las funciones: orientadora, de diagnóstico, de pronóstico, creadora del ambiente escolar, de afianzamiento del aprendizaje, de recurso para la individualización, de retroalimentación, de motivación, de preparación de los estudiantes para la vida.
La evaluación deberá aportar información para acciones de ajuste y mejoras del proceso, a más largo plazo, al contrastar los resultados con las necesidades que le dieron origen, por lo que no se excluye su vínculo con la retroalimentación y regulación de la actividad. Se supone que la evaluación de los resultados tenga también una proyección futura y no solo retroactiva. Esto es, sirve de base para hacer predicciones sobre el ulterior desempeño académico y profesional de estudiantes. En este sentido se habla de una función de predicción, tan cuestionada como asumida.
Debe proporcionar información que permita la orientación y regulación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La de servir de vía de enseñanza y aprendizaje, es decir la evaluación vista como un medio o recurso para la formación de los estudiantes. Con tal finalidad la evaluación cumple una función formativa.
La función formativa, en toda su extensión, como atributo y razón de ser del sistema de evaluación del aprendizaje y que subsume las restantes funciones, implica que sirva para corregir, regular, mejorar y producir aprendizajes. El carácter formativo está más en la intención con la que se realiza y en el uso de la información, que en las técnicas o procedimientos que se emplean, sin restar importancia a estos últimos.
Las anteriores consideraciones sobre las funciones de la evaluación llevan a considerar que la evaluación está al servicio del proceso de enseñanza y no a la inversa e introduce modificaciones en los enfoques tradicionales respecto a la posición de los participantes en el proceso de enseñanza aprendizaje, así como la relación que se establece entre evaluador-evaluado de cooperación o colaboración para el logro de fines comunes. La interpretación de los resultados de la evaluación pasa de ser un dato estático y por lo tanto fácilmente explorable como juicios globales sobre la capacidad o la valía del estudiante, a considerarse un momento más del aprendizaje.
La educación en México: de la revolución a la modernidad
Al triunfo de la Revolución mexicana, sus dirigentes políticos (esa capa social de generales casi analfabetas y sus escribanos) se vieron en la necesidad de trazar un proyecto educativo para las masas campesinas y los pocos obreros que los habían acompañado en sus batallas. Ellos siempre tuvieron resquemores de los profesionistas y universitarios de su tiempo; casi nadie de esa clase intelectual se había comprometido con el movimiento armado; más bien simpatizaban con el portentoso desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas en el porfiriato, con su paz social y con las modas intelectuales que provenían de Francia y su Belle Epoque.
La revolución triunfante decidió que el esfuerzo mayor en materia educativa debería llevarse a cabo en los niveles de educación primaria. Su modelo educativo alcanzó su mayor esplendor en el cardenismo y su propuesta de educación socialista. Dicho modelo tenía en los maestros rurales no sólo a los alfabetizadores, sino a sus dirigentes políticos y a los intelectuales que luchaban contra el oscurantismo de la clerigalla. Los maestros rurales (y por extensión todos los profesores mexicanos) formaron la nueva clase intelectual revolucionaria. Para decirlo con un concepto de Antonio Gramsci: fueron los intelectuales orgánicos de la revolución mexicana. El modelo no estuvo exento de sufrimientos; los profesores estacados por las hordas cristeras en el Bajío son un ejemplo de todo lo que tuvo que remontar el esfuerzo educativo de la Revolución mexicana.
Como los obreros y campesinos no tenían recursos para enviar a sus hijos a las universidades, los gobiernos revolucionarios idearon las escuelas rurales que funcionaban con internado. Allí los hijos de campesinos no tendrían que preocuparse por la comida o pagar renta y todas sus energías podrían ser canalizadas a su entrenamiento como educadores. La misma lógica se siguió con los hijos de obreros: el Instituto Politécnico Nacional fue concebido con internado y comedores para que pudieran estudiar los hijos de las masas urbanas y rurales mexicanas. Además del apoyo asistencial, se distinguiría de las casas de estudios “de los señoritos” porque allí se educaría para el desarrollo tecnológico de las fuerzas productivas, no para la disquisición filosófica del rancio positivismo.
Comencemos la discusión. Es bastante obvio que con las dimensiones políticas, filosóficas y morales de una empresa a la que hoy podemos criticar, pero que fue majestuosa para su tiempo, el sujeto pedagógico de la educación mexicana no fue la niñez, ni los estudiantes o profesionistas sino TODO EL PUEBLO DE MÉXICO. Los generales revolucionarios y sus aliados comprendieron con claridad que la educación debería ser la piedra angular de la emancipación para los tiempos de paz, la herramienta para la transformación social mexicana. Lo dicen hasta la vez los dichos escolares: cuando a un niño se le olvida el lápiz el maestro casi siempre lo recrimina con la misma frase: “es como si fueras a la guerra sin fusil” (luego les platico lo que le dijeron a una amiga cuando perdió la regla). Por otros caminos, de disidencia al joven sistema revolucionario, los intelectuales organizados alrededor de José Vasconcelos llegaron a una conclusión muy parecida, plasmada en el hermoso, totalizante, sonoro y épico lema de la universidad nacional: “Por mi raza hablará el espíritu”.
II
Los mejores momentos de ese modelo educativo se dieron en una sociedad en plena transición (1928-1950). El reparto de tierras y la reforma agraria desplazaban grandes masas de campesinos que iban a convertirse con el tiempo en la nueva clase obrera mexicana. Liberadas de sus ataduras hacendarias, enormes extensiones de tierras fértiles ingresaban por primera vez con sus productos a un nuevo mercado nacional en formación. Dos objetivos cumplía la producción rural: tener los bienes de la canasta básica a precios accesibles para que a su vez la pujante industria mexicana pudiera contar con mano de obra barata y adquirir, mediante sus exportaciones, las divisas que necesitaba el desarrollo industrial. El otro apoyo para la industria venía del sector público: el petróleo nacionalizado, la electricidad subsidiada y la existencia del Instituto Mexicano del Seguro Social. Fue muy vigorosa la ampliación del mercado interno que tuvo lugar en ese tiempo; la sociedad y la economía se movían como una máquina bien aceitada, de engranes nuevos e idóneas bandas de transmisión.
La industrialización y urbanización que propició la Revolución mexicana fueron los mismos procesos que conspiraron contra el sueño educativo de los generales revolucionarios. Los egresados de las normales rurales y del Politécnico Nacional tendieron a echar raíces en las ciudades y el campo mexicano continuó (como sigue hasta nuestros días) teniendo un grave déficit educativo. Los maestros se transformaron en clase media, auspiciados por la producción de nuevos productos a gran escala y por la eclosión de los medios masivos de comunicación. (Ojo, no quiero decir que hayan dejado de ser pobres, pero son pobres de las ciudades y no del campo. Su nuevo estatus social tiene que ver con los fenómenos que se conocen como “efecto demostración”: lavadoras que se usan poco y refrigeradores vacíos).
III
Hay que rechazar cualquier interpretación del movimiento magisterial que aluda a un asunto gremial o de coyuntura. Si los revolucionarios casi analfabetas tuvieron una visión de Estado para atender el tema educativo, debemos reclamar que en las soluciones de ahora prevalezca una visión de largo aliento. El sujeto pedagógico de nuestro tiempo debe ser la sociedad mexicana, no la niñez, el alumnado o las necesidades de los profesionistas del mañana; mucho menos el legítimo gremialismo de sus docentes.
El movimiento magisterial está anclado en dos temas cruciales: el derecho a heredar las plazas y la evaluación de su desempeño. Afirman la prerrogativa y rechazan la evaluación externa. Es bastante evidente que se trata de un movimiento conservador, donde prevalece una visión gremial de la educación. Por su parte, las propuestas que hace el gobierno en el Acuerdo por la Calidad de la Educación son unilaterales y tienen un sesgo político; implícitamente se postula que algunas cláusulas de los contratos colectivos del sindicato de maestros son un anacronismo, pero se acepta firmar esos acuerdos con otra entelequia: la presidencia vitalicia del SNTE. Constituye una vergüenza nacional la existencia misma del término; tal vez en un gremio como los pepenadores o en campesinos analfabetas, pero en el más grande sindicato de América Latina, en la organización de nuestros trabajadores intelectuales es algo que ofende el sentido común.
IV
Las plazas no deben heredarse y los profesores deben ser evaluados. Ya hay evaluaciones internas y permanentes, nos dicen; pero son sólo simulación. Las evaluaciones se basan (tanto en los sistemas elementales como en la educación media y superior) en el número de alumnos aprobados y el promedio que obtienen. Desde que ello es así, se terminaron las calificaciones reprobatorias en el sistema educativo. En sentido estricto, la masificación de las universidades públicas no es un problema de la educación superior; es un problema de los niveles previos, que no tiene alumnos reprobados y que provee cada año una inmensa cantidad de mexicanos que buscan espacio en las instituciones de educación superior. Después queremos que la universidad resuelva problemas que tienen su origen en otra parte del sistema, no en ella misma.
Tal vez ahora no pueda ser una visión de Estado la que inspire la reforma, el país es plural y hay una realidad que nos acota. La existencia de un amplio sector privado en la educación es una de esas restricciones, las divergencias ideológicas y el desarrollo desigual serían otras. A una sociedad plural corresponden soluciones plurales; lo que sí puede reclamarse a los actores principales del problema es que en sus propuestas prevalezca una visión amplia, integral y de largo aliento. Pero la educación debe transformarse y adaptarse a un mundo que cambió desde hace rato. Posponer el cambio es apostarle al atraso por muchos decenios.
CORREO CHUAN
Escribí Valle del Yaqui y evoqué tu tierra, el esplendor sofocante de los trigales alumbrados apenas por los atardeceres tenues de los cerros. Allá el sol se mete por las montañas y amanece por el océano, como si quisiera bañarse en tu mar oscuro y frío. Sentí tus manos de mujer trabajadora y la media sonrisa con la que se evocan los amores imposibles. El correo chuan dice que la reforma educativa o es plural, integral y con visión de altura o no será. Trae también el recuerdo de otros atardeceres en el Valle del Yaqui. Zapata 21 es una dirección de bellos recuerdos.

jueves, 4 de diciembre de 2008

NOTICIA

Demanda Fernando Savater atención social para la educaciónDisertó sobre educación, sociedad, humanismo, ciencia y teología * El filósofo español participa en la VIII Muestra de TV educativa
function abriramigoEFE El Universal Sábado 29 de noviembre de 2008 El filósofo Fernando Savater aseguró que mientras más improbable es que una persona pueda costearse una educación de buen nivel, mayor es la ayuda que necesita, "por lo que todos, como sociedad, debemos estar conscientes de la responsabilidad que tenemos".
Lo cierto, dijo, es que esa responsabilidad que se lanza sobre los educadores pocas veces va acompañada del reconocimiento social para ellos y su labor.
"En España y aquí, cada vez que existe un problema de cualquier tipo, se asegura popularmente que ese desaguisado debió atajarse desde la escuela" , comentó.
Y oyendo eso, aseveró el humanista, parecería que el maestro es la figura más prestigiada del país, puesto que tantas cosas dependen de él, "sin embargo, todos sabemos que la el profesor es una figura desprestigiada y mal remunerada, a quien no se escucha en los ámbitos sociales de muchos países del mundo".
Durante la conferencia "Etica y educación superior" , en el marco de la VIII Muestra Iberoamericana de Televisión Educativa, el estudioso nacido en San Sebastián, España, hace 61 años, apuntó que ese fenómeno se da en diversas naciones, tanto en España como en otras de Europa, así como en Latinoamérica.
"Quienes hemos tenido la fortuna de nacer en el seno de una familia donde había cultura, literatura y música, tenemos avanzado el camino de la educación. Mi madre era maestra y yo he vivido en un ambiente de, por lo menos, aprecio a la cultura, y eso es insustituible" , compartió Savater.
Aclaró, sin embargo, que aparte de lo anterior están los valores morales y las virtudes cívicas que pueden transmitir los padres.
"Pero eso es una suerte, como nacer guapo o con buena voz para cantar, porque hay mucha gente que no nace en una casa así, sino con familias destructuradas o es abandonada".
Esa es la gente que más educación necesita, añadió, porque sólo cuenta con la sociedad para que la instruya. "Toda educación puede estar financiada de un modo u otro, pero debe ser pública, como pública debe ser la preocupación. Todos debemos estar preocupados y ocupados por la educación de todos".
Esa tarea, desde su punto de vista, no puede ser un asunto de papá o mamá, de la nena o el nene, " en España tenemos debates en torno a la asignatura de la educación para la población, aunque hay fuerzas de la derecha y del clero que se oponen y aseguran que los valores sólo los puede transmitir la familia".
En otra parte de su conferencia magistral, explicó que desde el Renacimiento, los humanistas eran quienes sabían latín y leían a los clásicos, no se oponían a la ciencia, sino a la teología. Ellos no se ocupaban de temas teológicos, sino de conocimientos humanos sean sociales o científicos.
"Consecuentemente no debe haber incompatibilidad entre humanismo y ciencias en la educación actual. A pesar de los esfuerzos papales, cada vez nos acordamos menos de la teología, aunque hemos dejado de lado esa distinción entre humanidad y teología ", sostuvo.
Sin embargo, abundó en sus apreciaciones sobre humanística, ciencia y religión que " ahora ponemos a la cultura de las artes, como la dedicada a la literatura, la escultura o la pintura, en un sitio apartado, muy distante del que le hemos asignados a la otra, la que se ocupa de las ciencias".
Este año, la muestra, que tiene lugar hasta mañana en el Centro Nacional de las Artes, cuenta entre sus invitados especiales con este filósofo español, quien a lo largo de su trayectoria se ha declarado a favor de la paz mundial. " Hacer esa diferencia es una divergencia fatal ", agregó ante rectores y directores.
"Quienes dedicados a los temas humanísticos como el de la libertad y de la naturaleza humana, cómo vamos a renunciar a los conocimientos de la neurociencia o la psicología evolutiva. Es imposible tener un conocimiento sentado sobre humanidades, sin uno de igual tamaño en el terreno científico ", opinó.
Formado académicamente en las materias de Filosofía y Letras en Madrid, Savater se manifestó preocupado porque se piense que se debe buscar una excelencia en el campo laboral e industrial y que se deje al asunto de la ciudadanía aparte, " formemos empresarios, pero sin dejar el lado humano".

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA INCLUYE ABORTO Y SEXUALIDAD

Educación para la Ciudadanía incluye aborto y sexualidad
Hasta ahora el Gobierno de Rodríguez Zapatero habían asegurado que el conjunto de asignaturas denominadas Educación para la Ciudadanía solamente enseñaban Constitución Española y derechos humanos. Sin embargo, en los últimos días, coincidiendo con el alarmante número de abortos entre jóvenes y adolescentes, varios ministros y altos cargos socialistas han desvelado el verdadero contenido de EpC.


Libros de texto de EpC
En resumen, estas han sido sus declaraciones: - Bernat Soria, ministro de Sanidad, en Alicante (10-11-2008) incidió en la necesidad de trabajar más en el fomento de la educación sexual y reproductiva (para poder reducir la tasa de abortos), algo que se puede hacer desde la asignatura Educación para la Ciudadanía. - José Martínez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad ha afirmado (2-12-2008) que EpC puede servir para concienciar a los jóvenes de la necesidad de utilizar métodos anticonceptivos. - Carmen Montón, portavoz del Grupo Socialista de Igualdad en el Congreso de Diputados, ha declarado (3-12-2008) que no entiende que se vaya en contra de una asignatura como Educación para la Ciudadanía, que tiene capítulos enteros hablando de sexualidad, sexo seguro y responsable. - Mireia Pilar Ruiz, secretaria general de las Juventudes Socialistas de Archena (Murcia) ha asegurado que la asignatura Educación para la Ciudadanía incluye módulos de educación sexual, contenidos que se empeñan en calificar de adoctrinamiento moral. - Mercedes Cabrera, ministra de Educación, Política Social y Deporte, ha recordado (3-12-2008) que hay que formar ciudadanos que conozcan sus derechos y obligaciones y la educación respecto al aborto es un objetivo esencial. Para Isabel Aranguren, de Profesionales por la Ética de Madrid, las declaraciones citadas reflejan cuatro aspectos relacionados con EpC: 1. Lejos de enseñar valores constitucionales, las asignaturas de EpC se introducen, de manera obligatoria y con carácter evaluable, en ámbitos de formación moral que corresponden a las familias.
2. EpC se propone formar la conciencia moral de los alumnos, educarles en la autonomía moral (no hay normas objetivas en materia de ética y moral) y en el relativismo moral (no hay Bien ni mal, está bien lo que tú decidas que es bueno). En ese contexto, el aborto es una opción más, perfectamente válida si la persona considera que le favorece.
3. EpC se refiere a los derechos humanos como conquistas históricas inacabadas. Con ese planteamiento, el supuesto «derecho al aborto» entra a formar parte del programa de este conjunto de asignaturas.
4. La introducción de métodos anticonceptivos y de preservativos en la escuela ha provocado un creciente número de abortos en las últimas décadas; si se utiliza EpC para proseguir estas mismas políticas, lo natural es que el número de abortos se multiplique en los próximos años. En opinión de Isabel Aranguren, el diseño actual de EpC es un pretexto para formar nuevos ciudadanos a la medida de la ideología del Gobierno de turno. «Esto explica», asegura, «que más de 50 mil padres hayan objetado a EpC en defensa del derecho a educar a sus hijos según sus convicciones».

lunes, 24 de noviembre de 2008

URGE EXPANDIR LA TEGNOLOGÍA EN MÉXICO

Para enfrentar fenómenos como la migración y el desempleo se requiere del impulso en el uso de las nuevas tecnologías
MEXICO, D.F.- Para enfrentar fenómenos como la migración y el desempleo se requiere del impulso en el uso de las nuevas tecnologías a fin de que puedan acceder a la educación todos los sectores de la sociedad y se acorte la brecha entre quienes tienen más posibilidades económicas y quienes no están en esa condición, señaló Rafael Rangel Sostmann, rector del
Tecnológico de Monterrey. En el mundo se estima que aún hay 774 millones de analfabetas y de ellos, 35 millones viven en América Latina. Rangel Sostmann participó en la Cumbre de la Agenda Social que por primera vez se desarrolló en Dubai, en los Emiratos Arabes Unidos, de manera previa al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el cual se llevará a cabo en enero de 2009. En entrevista con este diario, destacó que el gobierno debe intervenir de manera más activa en la expansión de la tecnología en las escuelas y no dejar este asunto en manos de las empresas que deciden con base en criterios de mercado. “El gobierno tiene que intervenir dando incentivos y haciendo regulaciones, además de colocar infraestructura donde hace falta para que la tecnología pueda llegar a todos los rincones”, dijo. Destacó que el solo uso de la tecnología no genera cambios en la educación; se requiere un cambio de modelo en la enseñanza, que los profesores estén entrenados y que se de mantenimiento al equipo. Señaló que incluso en países desarrollados hay dificultades porque la tecnología no ha logrado que los profesores transformen los modelos de enseñanza y aún hacen énfasis en transmisión de conocimientos y memorización, en lugar de generar conocimiento. “La tecnología no nos sirve si los maestros no tienen una visión más moderna. No sólo deben estar entrenados sino que también tienen que cambiar el modelo de enseñanza”, explicó. Dijo que el propósito de las instituciones educativas debe ser la de llevar sus servicios a cada vez más personas a través de mecanismos como la creación de bases del conocimiento y la educación a distancia mediante uso de internet y la telefonía, entre otros. “Hay comunidades alejadas que requieren de la educación a distancia y en nuestro país, las telesecundarias, por ejemplo, fueron diseñadas en los años 70 y ya son obsoletas. Hay que revolucionarlas, hacerlas más activas”, recalcó Rangel Sostmann.

domingo, 23 de noviembre de 2008

violan derechos de los niños

El Estado mexicano incurrió en una violación de los derechos humanos de los niños
CIUDAD DE MÉXICO.- Al cancelar el programa Enciclomedia en más de 42 mil 500 escuelas de nivel secundaria, el Estado mexicano incurrió en una violación de los derechos humanos de los niños, ya que “no puede haber regresividad o no progresividad” en un servicio que se ha autorizado, plantea el Centro Jurídico para los Derechos Humanos, a través de su director general Ricardo Sepúlveda Igíniz. Previo a que se realice el Foro Internacional de Derechos Humanos y Tecnologías de la Información en la Educación, en el que participarán el creador del programa Enciclomedia, Felipe Bracho, la representación de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, legisladores de la Cámara de Diputados, de la Secretaría de Educación Pública y de empresarios en el área de las tecnologías de la información, el titular del Centro dice que al momento de preservar los derechos sociales en México, “pesan mucho los criterios presupuestales, políticos y de disponibilidad de infraestructura”. En el caso de la educación, todos esos criterios que prevalecieron en la cancelación ya tienen su mayor impacto en la calidad del servicio que presta el Estado. Explica que el problema de la violación de derechos humanos de los niños a los que les fue retirado un programa con el que ya estaban trabajando, como lo es Enciclomedia, es que “no se está logrando el nivel de exigencia hacia las autoridades de mantener un servicio educativo”. Una de las necesidades en este sector es que la educación y en particular lo que tiene que ver con el acceso a las computadoras, a las tecnologías de la información, debe “despolitizarse” y “humanizarse desde el punto de vista comercial, con una visión de responsabilidad social desde las empresas”, a fin de integrar un enfoque de derechos humanos.
Llaman a fomentar participación social en educación Nacional - Viernes 21 de noviembre (13:35 hrs.)
La SEP desea que aumente la calidad de las escuelas
El sistema educativo mexicano requiere un cambio de cultura, apunta Jorge Santibáñez El Financiero en líneaMéxico, 21 de noviembre.- El subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la SEP, Jorge Santibáñez, llamó a un mayor fomento a la participación social a nivel escolar, pues con ello se incrementará la calidad de las escuelas. Al encabezar la inauguración del Encuentro Nacional de Participación Social en la Educación, destacó la necesidad de definir el modelo de participación social más adecuado para México. "Podemos ponernos de acuerdo que eso es lo mejor que le puede pasar a la calidad del sistema educativo mexicano, pero de ahí a que encontremos cuál es el que funcionará en el país, con la diversidad de modelos educativos como escuelas indígenas, telesecundarias o modelos de participación comunitaria, no es fácil", indicó. Al respecto, mencionó que en algunos países existen modelos mixtos de participación, mientras que en el caso mexicano es dicotómico es decir, la escuela es pública o privada y no hay modelos que mezclen las dos estrategias. Ejemplificó que en Inglaterra la escuela tiene una figura jurídica propia y, en consecuencia, contrata al director y a los maestros. "La escuela decide a quién contratar. Hay modelos que han funcionado en muchos países y tenemos que encontrar el modelo o modelos que necesita el país." A su parecer, el sistema educativo mexicano requiere principalmente un cambio de cultura, "pues funcionaba en gran medida en la lógica de dejar a los niños al inicio de la jornada escolar y recogerlos cuando finalizaba y nada más. Esa era toda la participación de los papás". Entonces, dijo, existe el reto de trascender la gestión escolar mediante la participación social. A su vez, la secretaria técnica del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación (Conapase), Patricia Ganem Alarcón, opinó que para mejorar la calidad educativa también se requiere profesionalizar el trabajo de los consejos, especialmente los escolares, y la construcción de escuelas para padres. Reconoció que existen dificultades, como acciones que paralizan iniciativas o evitan cambios necesarios a prácticas que se repiten aunque sean ineficientes o dificultan intercambios que implican incorporar y ensayar nuevas formas de trabajo en conjunto. Eso no es nuevo. "Son recursos que usamos como una manera de resistirnos a la transformación, por lo que es pertinente el trabajo para acompañar las resistencias de lo individual y pasar al dinamismo social", puntualizó. (Con información de Notimex/MVC)