La educación ha sido un medio privilegiado para promover la continuidad de la cultura nacional y alimentar su vitalidad, para alcanzar la capacidad productiva del país, facilita la adaptación social y promover la distribución del ingreso.
Se busca describir características de acuerdo con el nivel de instrucción alcanzado, dando importancia a los rasgos de inequidad, desigualdad y exclusión social en este terreno, se examinan indicadores diversos como niveles de analfabetismo y alfabetismo, escolaridad promedio y la condición de asistencia en la escuela en edad escolar, niveles de deserción y los índices de alumno-maestro.
ESCOLARIDAD DE LA POBLACIÓN MEXICANA.
En 1900, 78 de cada 100 personas de 10 años y más no sabían leer ni escribir; en 1990sólo 11 de cada 100 eran personas analfabetas, lo que es notoria que la población mexicana ha tenido un avance en su perfil educativo.
A principios de siglo la escolaridad era apenas de 1 año, a partir de la creación del Sistema Educativo Nacional ha permitido que la población alcance un promedio de 6.5 años, sin embargo muchos sectores de población son objeto de inequidad y exclusión de materia educativa.
Las tasas de analfabetismo por edad reflejan los cambios ocurridos en los últimos años, en la población de 30 años tiene un valor cinco veces mayor representando un 20%, la población de de 15 años sólo representa el 14%, dicho porcentaje aumenta con la edad: 3.8% en el grupo de 15 a 19 años, 13.2% en el de 35 a 39, 30% en el de 55-59 años; se puede observar el acceso de las generaciones recientes a los diferentes niveles educativos.
DEMANDA POTENCIAL DE EDUCACIÓN Y ASISTENCIA ESCOLAR
Según el censo de 1990 la población de 6 a 24 años que demandaba la educación era el 36.3 millones de personas, representando el 44.6% del total de la población; los niños de 6 a11 años representa el 12.5 millones de personas, los adolescentes de 12 y 14 eran el 6.3 millones demandantes en la educación secundaria y para la enseñanza superior entre 15 y 24 años eran cerca de 17 millones de personas. De manera indirecta se observa que el acceso a los niveles y deficiencias terminales en cada ciclo escolar se agudizan en niveles altos.
MATRICULA ESCOLAR
La acelerada declinación de la fecundidad y sus efectos sobre la estructura por edades han contribuido a disminuir la proporción de la población en edad de cursar la enseñanza primaria, por tanto la población demandante de enseñanza más altos han aumentado debido a las generaciones más numerosas que demandan la educación. Se aúnan las crecientes de equidad social, exigen el esfuerzo de canalización de los recursos materiales y humanos al Sistema Educativo Nacional.
ENSEÑANZA PRIMARIA Y SECUNDARIA
En la enseñanza primaria se incorporan más de 14.4 millones de personas representando un 56% de la población estudiantil, cuenta con 496 000 maestros y cerca de 87 000 escuelas para atender a los alumnos lo que resulta que el promedio de 29 alumnos por maestro y 166 alumnos por escuela.
Aún quedan niños que quedan fuera de la escuela primaria porque radican en pequeños poblados y dispersos, así como los que abandonan tempranamente las escuelas para incorporarse al mercado laboral para poder ayudar a la familia con los gastos.
Los de cada 1 000 niños de seis años, 193 no asistían a la escuela y 130 de cada 1 000 a partir de los 12 años, edad en la que ocurre la transición a la secundaria.
En éste nivel de enseñanza secundaria se encuentran un poco más de 4.3 millones de alumnos representando 16.9% de estudiantes, atendidos por 245 000 maestros y se encuentra distribuida en más de 20 000 escuelas.
ENSEÑANZA MEDIA-SUPERIOR Y SUPERIOR
La matricula en este nivel ascendió a casi 3.6 millones de personas, distribuyéndose de la siguiente manera: 1.8 millones en bachillerato, 1.3 millones en nivel profesional y la escuela normal, poco más de 406 000 alumnos en escuelas para profesionales medios y alrededor de 391 000 personas en las diferentes escuelas de capacitación para el trabajo. Solo representan el 5.1% de todos los estudiantes matriculados y son atendidos por más de 133 000 maestros en 2 400 escuelas.
EFICIENCIA TERMINAL Y DESERCIÓN ESCOLAR
Se muestra una mejoría en los índices de eficiencia terminal, pero siguen siendo pobres, mientras que en 1970 de cada 100 alumnos que ingresaban a la primaria sólo 40 lograban terminar el ciclo, en 1994 el indicador ascendía a 62 estudiantes, es decir 38 de 100 niños no concluían la primaria.
En la secundaria las cifras eran de 65 y 77, quedando 33 de cada 100 sin concluir la secundaria, estos índices revelan el bajo nivel de eficiencia terminal que se observa en el Sistema Educativo Nacional.
La relevancia estadística de la deserción escolar varía de acuerdo al nivel de instrucción, estos dos índices reflejan el papel de los niños y jóvenes en las estrategias de la vida de los sectores más pobres de la sociedad.
Muchas familias de recursos limitados se ven obligados a incorporar a los hijos al mercado laboral para obtener ingresos adicionales, afectando la asistencia a la escuela y promueve la deserción, en muchos casos el abandono definitivo de los estudiantes traduciéndose al rezago educativo.
El rasgo educativo da cuenta de la condición de atraso en que se encuentran los sectores importantes de la población mexicana con respecto a las metas establecidas por las instituciones educativas.-
DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS EN LOS NIVELES DE INSTRUCCIÓN DE LA POBLACIÓN.
Una característica que define el grado de desarrollo social es el nivel de escolaridad de la población, ligado con el Sistema Educativo, la infraestructura y recursos disponibles en cada entidad, lo que ilustra esta situación son la analfabetización de la población de 15 años y más, promedio de escolaridad, porcentaje de población con primaria incompleta, proporción que no asiste a la escuela, numero de alumnos por maestro y por escuela, y el porcentaje de deserción escolar.
Considerando como un buen indicador de la desigualdad educativa el promedio de escolaridad por entidad federativa: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Veracruz, Hidalgo, Yucatán, Puebla, San Luis Potosí y Campeche presentan un promedio de escolaridad menor de 6 años para su población de 15 años y más; Tabasco, Querétaro, Nayarit, Durango, Quintana Roo, Tlaxcala, Jalisco, Colima, Sinaloa, Aguascalientes, Morelos y Chihuahua rebasan los 6 años pero no llegan los 7; en Tamaulipas, Estado de México, Coahuila, Sonora y Baja California rebasan los siete años de escolaridad y sólo en Nuevo León y Distrito Federal superan los ocho.
Esto nos muestra que en el país existe mucho rezago educativo y lo problemas afectan principalmente a los sectores de la población que son victimas de diversas formas de exclusión social.
Las desigualdades sociales y regionales en el plano educativo han persistido en la sociedad mexicana, se advierte una polarización de los niveles educativos entre los grupos sociales, mientras un grupo accede a la educación primaria el siguiente grupo se desplazará a la ecuación media y los grupos privilegiados a la ecuación superior.
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